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La ciudad de Wyoming es «el cinturón de los suicidios» en Estados Unidos

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Springs, Wyoming (pronunciado /wayóming/) es uno de los cincuenta estados que, junto con Washington D. C., forman los Estados Unidos. Su capital y ciudad más poblada es Cheyenne (63 335 habitantes en 2015). Está ubicado en la región Oeste del país, en el sector de las Montañas Rocosas, limitando al norte con Montana, al este con Dakota del Sur y Nebraska, al sur con Colorado, al suroeste con Utah y al oeste con Idaho.

  • Santiago VanegasEnviado especial de BBC Mundo a Rock Springs, Wyoming
  • 23 octubre 2024/

La intersección de dos avenidas en Rock Springs, Wyoming, se pobló en septiembre de este año de carteles en memoria de vecinos de la ciudad que tomaron la decisión de quitarse la vida.

“Extrañando por siempre a nuestro dulce niño de ojos azules” se lee en uno. “Papá, extrañarte es una tristeza que nunca se va”, en otro.

Este memorial, ubicado al lado de una valla publicitaria de electrodomésticos, fue una de las medidas promovidas por el alcalde Max Mickelson por el mes de la prevención del suicidio en una ciudad en la que muchos lo han sufrido de cerca.

“La realidad es que si vives en Wyoming te verás impactado por el suicidio en algún punto; simplemente va a pasar”, le dice Mickelson a BBC Mundo.

Es algo que se ve reflejado en las cifras, que muestran que el condado de Sweetwater, donde está ubicado Rock Springs, ha duplicado la tasa nacional de suicidios todos los años desde 2019.

Y Rock Springs no es una excepción.

La ciudad hace parte de una gran región, compuesta por ocho estados, que ha sido bautizada por algunos expertos como el “cinturón del suicidio”, porque concentra las tasas más altas en un país en el que en 2023 49.316 personas se quitaron la vida (una cada 11 minutos).

Es una región que quizás como ninguna otra ha sido testigo del devastador impacto de una crisis de salud mental que, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), afecta a 1 de cada 5 estadounidenses.

Perder un hijo

April Thompson se enfrentó al suicidio en 2013. Su hijo mediano, Joshua, quien había vuelto unos años atrás de servir para el ejército de EE.UU. en Irak, se quitó la vida a los 23 años.

Hablo con ella en su casa un par de días después de que compartiera su testimonio en el teatro de la ciudad frente a decenas de personas.

“Era el alma de la fiesta. Amable y generoso. Travieso”, me cuenta sobre él.

El viernes antes de morir, Joshua la llamó a contarle que había encontrado una terapeuta magnífica que entendía su Trastorno de Estrés Postraumático.

Ella pensó que habían logrado superar lo que había sido una etapa muy dura para él.

Apenas cuatro días después, Joshua tuvo una pelea con su novia y se emborrachó.

April salió a buscarlo en un lugar del desierto a donde le gustaba ir a tomar aire y reflexionar. Allí lo encontró muerto.

Lo que vino fue un duelo en el que, reconoce, tuvo que tomar día tras día la decisión de seguir luchando a pesar del dolor y no hundirse en la cama con una botella.

Ocho años después de la muerte de Joshua, April recibió una llamada. Su sobrino Billy, de 16 años, también se había suicidado.

El cinturón del suicidio

Rock Springs está en uno de los condados con la tasa más alta de suicidios de Wyoming, que es a su vez el estado que en los últimos cinco años tuvo en promedio la tasa más alta de Estados Unidos.

A diferencia de lo que pasa en otros lugares, aquí se habla mucho del suicidio. Tal vez porque es un problema omnipresente.

Un conductor, al que le cuento lo que vengo a hacer para BBC Mundo, me revela tras un par de minutos de conversación que su hermano se pegó un tiro.

Algo similar me pasa con la directora del hospital, quien perdió a su padre, y con el jefe de policía, que simplemente menciona que su familia se vio “afectada” por el suicidio.

Los ocho estados que integran el «cinturón del suicidio» son Arizona, Colorado, Idaho, Montana, Nevada, Nuevo México, Utah y Wyoming: el Oeste Montañoso de Estados Unidos.

Las tasas de estos estados no solo son altas en comparación al resto del país, sino también frente al resto del mundo.

Si Wyoming, Montana y Nuevo México fueran países habrían ocupado el primer, segundo y tercer lugar respectivamente en el ranking de suicidios que hizo la OCDE en 2020 entre sus países miembros.

Y aunque algunos otros estados, como Alaska y Oklahoma, también registran elevadas tasas, que el fenómeno se concentre en buena medida en una sola región —la de las Montañas Rocosas— ha despertado el interés de los investigadores.

El esquivo porqué

No hay una sola razón que explique esto.

La profesora Carolyn Pepper, de la Universidad de Wyoming, me dice que, para entender lo que ocurre hay que recurrir a la teoría de los guiones culturales del suicidio, que básicamente plantea que en cada región del mundo existe una forma diferente de entenderlo y valorarlo.

Aquí, según la doctora Pepper, quitarse la vida se ve como una reacción entendible o aceptable ante situaciones en las que las personas sienten que han perdido su valor y que se han convertido en una carga para otros.

Es consecuencia de lo que ella llama una “cultura del honor”, en la que se valora extremadamente la capacidad de las personas de ser independientes.

Desde 2019, la tasa de suicidios en el condado de Sweetwater, ha sido más del doble que la tasa nacional

epper señala que es especialmente duro para los hombres, quienes tienen que lidiar con un tremendo sentimiento de vergüenza cuando se sienten desafiados, insultados o humillados y no logran sobreponerse a esa situación.

“El suicidio puede verse como una forma de salir de esa cultura, pero también en ocasiones de reafirmar el propio honor”, suma la experta.

Las estadísticas son claras: por cada mujer que se suicida en el país, lo hacen entre tres y cuatro hombres.

Amanda Wilson, una terapeuta que trabaja en Southwest Counseling, el principal proveedor de servicios de salud mental de Rock Springs, me hace notar que uno de los lemas de la Universidad de Wyoming es “el mundo necesita más cowboys”.

Cowboy significa vaquero, pero también se usa para hacer referencia a una fuerte masculinidad, independencia y tenacidad. A Wyoming se le conoce de hecho como el estado cowboy.

Me encuentro mucho esa mentalidad de llanero solitario de que si pides ayuda o tienes un problema de salud mental, te ves como alguien débil. Y si me veo débil, alguien va a aprovecharse de mí”, me dice Wilson, quien supervisa un programa de atención a crisis y desintoxicación.

Jason Lux, uno de los especialistas en prevención del suicidio del condado, agrega que por la naturaleza rural de buena parte de los estados del Oeste Montañoso, hay menos acceso a la atención en salud mental.

“Una cita puede tomar dos meses de espera”, dice. “Y, si estás en crisis, eso simplemente es demasiado tiempo”.

Kent Corso, experto en suicidio y fundador de la organización PROSPER, me hace ver otra perspectiva.

“El suicidio no es un asunto de salud mental. Es un asunto social. Tenemos que pensar en él de la manera en que pensamos en la pobreza, la falta de vivienda, el acoso”.

Es una tesis que encuentra sustento en los datos, que revelan que en EE.UU. no existe una fuerte correlación entre las tasas de enfermedad mental y las de suicidio.

“Si esperamos que la comunidad médica lo resuelva, nos estamos engañando. Necesitamos que el resto de la sociedad apoye y sea parte de la solución”, me dice minutos antes de subir al escenario del teatro de Rock Springs para liderar un evento sobre prevención del suicidio en el que estarán el alcalde y el gobernador.

A pesar de que el problema no es nuevo, este año, por primera vez, el alcalde, Max Mickelson, organizó un calendario de eventos por el mes de la prevención del suicidio.

La coalición de prevención del condado trabaja tiempo completo, con financiación federal, yendo a las escuelas, dando capacitaciones y organizando eventos que promueven la conversación en la comunidad.

Un problema nacional

Los estados montañosos son solo la expresión más agravada de una crisis de dimensión nacional.

En los últimos 20 años, las tasas nacionales de suicidio en EE.UU. han aumentado en más de un 30%.

De hecho, el Cirujano General Vivek Murthy, la máxima autoridad en salud pública de Estados Unidos, ha dicho que la salud mental es “la crisis que define nuestro tiempo”.

Los estados del Oeste Montañoso registran tasas de suicidio promedio entre 38% y 86% más altas que la media nacional

Suicidios por cada 100.000 habitantes en 2023*

Más informació y gráfica en  el portal de BBC NEWS MUNDO

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