CORONAVIRUS: PARAMÉDICOS DE TIJUANA ARRIESGAN SU VIDA CON ENFERMOS Y MORGUES SIN ESPACIO
El coronavirus está matando a tanta gente en Tijuana que las morgues se quedaron sin espacio en el refrigerador para cuerpos. Hasta el martes 21 de mayo, la ciudad fronteriza mexicana había confirmado 392 muertos.
En la primera línea de la pandemia en Tijuana está la Cruz Roja Mexicana. Sus 13 ambulancias se encargan de la mayoría de las llamadas de emergencia para la ciudad de 1.8 millones de personas. Últimamente eso ha significado hasta 40 llamadas de coronavirus al día.
Un miércoles por la tarde del mes de abril, el paramédico Sergio García sacó su vehículo de emergencia -un hatchback rojiblanco- a un camino de terracería el poblado Ejido Matamoros y se detuvo frente a una pequeña casa de madera.
En el asiento del pasajero iba el doctor Alán Muro, médico de urgencias de uno de los principales hospitales públicos de la ciudad y paramédico. Los hombres estaban allí para evaluar a un paciente y determinar si debían llamar a una ambulancia.
Muro decidió entrar primero. Se puso guantes, una máscara N95 y una visera facial.
La familia lo dirigió a una pequeña habitación al final de un pasillo, donde Eduardo Molina, de 41 años, estaba en la cama con un cubrebocas. El chofer de autobús escolar había estado enfermo durante días y sus síntomas – una tos y problemas para respirar – estaban empeorando.
Muro concluyó que Molina había sido infectado con el coronavirus y le dijo a la familia que no había otra opción que llevarlo a un hospital. García entró y lo conectó a un tanque de oxígeno.
Afuera, Muro y García se quitaron los guantes y se desinfectaron las manos y las botas antes de volver a subir a su auto. Había más llamadas que atender.