Los ‘fósiles extraterrestres’ hallados en Michoacán?
60 mil piezas de piedra y barro desenterradas —casi todas— en Michoacán, con miles de años de antigüedad, las cuales muestran seres con ojos ovalados, personajes no humanos de cuatro dedos, e incluso, hombres con dinosaurios que no están entre los más conocidos.
CIUDAD DE MÉXICO 03 NOVIEMBRE 2024./el FINANCIERO/
¿Jaime Maussan tiene razón? Astrónomos, investigadores, así como hombres y mujeres de ciencia han negado, en distintas ocasiones, la existencia de vida extraterrestre; sin embargo, las teorías sobre avistamientos de objetos voladores no identificados (ovnis) así como las presuntas conexiones entre otros seres con las antiguas civilizaciones predominan alrededor del mundo. El escritor Juan José Benítez realizó un descubrimiento en México que refuerza la idea de seres que habitan en otros planetas.
Se trata de una serie de 60 mil piezas de piedra y barro desenterradas —casi todas— en Michoacán, con miles de años de antigüedad, las cuales muestran seres con ojos ovalados, personajes no humanos de cuatro dedos, e incluso, hombres con dinosaurios que no están entre los más conocidos.
Luego de cinco años de investigación continua y tras la publicación de su libro ‘La cara oculta de México’, Juan José Benítez relata que los fósiles, localizadas en Michoacán, están “datadas por métodos científicos que demuestra que son de una antigüedad enorme”, las cuales “deberían dar un vuelco a nuestros actuales conocimientos científicos, técnicos y arqueológicos”.
¿Cómo descubrió Juan José Benítez los ‘fósiles’ extraterrestres?
Los primeros hallazgos comenzaron en 1989. En compañía del doctor Fernando Jiménez del Oso, el escritor contempló por primera vez las figurillas de barro en Acámbaro. En esas piezas aparecen los extraños dinosaurios, pero no fue si no hasta treinta años después que el investigador volvió al lugar, donde el ayuntamiento de la ciudad conserva y expone alrededor de 30 mil piezas.
“En las primeras hay muchos ‘hombres’ extraños, como un hombre pulpo, pero en las figuras de piedra hay numerosos hombres no humanos, con sus naves y al lado de los nativos”, describió Benítez en entrevista con la agencia de noticias EFE.
Dubitativo, Juan José Benítez se preguntó si los fósiles podrían ser montaje, por lo que lograron obtener algunas piezas para enviarlas a un laboratorio y realizar pruebas de carbono 14 y por termoluminiscencia, en las que confirmaron que se trata de auténticos elementos de hace 8 mil años y mil 500 años, es decir, del siglo III y del siglo XV.
“Cuando conoces la datación de las piezas… eso invalida que sea un fraude”, detalló el escritor.
Tras el descubrimientos de las piezas, el escritor tiene la hipótesis de que, desde la más remota antigüedad y, hasta ahora, hemos sido visitados por civilizaciones que no son de aquí, que no son humanas, “y que además en el caso de México, que han descendido en una amplísima región a lo largo de la HistoriDichos fósiles podrían explicar el conocimiento que poseían las civilizaciones aztecas y mayas acerca del universo, pues conocían que el año del planeta Venus es de 584 días, ”¿cómo era posible que lo supieran? La explicación más lógica es pensar que estos seres, estas civilizaciones no humanas se lo habrían dicho a los nativos”, indica el escritor e investigador.a. Incluso mucho antes de que se asentaran allí los aztecas”.
¿Cuál es el ‘fósil alienígena’ más impactante hallado en Michoacán?
La pieza más impactante para Juan José Benítez está en la portada de su libro “La cara oculta de México”. Se trata de una escultura de cerca de dos metros de altura a la que llamó “La pareja”, en la que se muestra un ser no humano y a una nativa abrazados.
“Es uno de los aspectos más interesantes de esta súper colección de piedras grabadas. En ella aparece un ser enorme, gigantesco, de aspecto no humano y una india que lo abraza. Está elaborado en mármol blanco, con un peso de cerca de los mil kilogramos con un trabajo extraordinario y de una belleza increíble”.
Tras un estudio en un laboratorio de la Universidad Autónoma de Madrid, el investigador constató que se trata de una piedra del siglo III, con mil 800 años de antigüedad y asegura que los autores de las piezas de barro, como las piedras y esculturas son seres no humanos.
“Ese fue un tema difícil de dilucidar, pero cuando se llevaron a cabo las analíticas de unas 300 piedras que he conseguido localizar y examinar, nos llevamos una sorpresa porque en ninguno de los grabados existen señales de las herramientas. Y ello quiere decir que o lo hicieron con un láser o con una estampación desconocida para nosotros. Conclusión final: han sido los seres no humanos quienes han grabado esas piedras”, aseguró Benítez.
Pese a la importancia de estas piezas para Michoacán, el autor señala que los habitantes de estas zonas desentierran los fósiles para venderlos. Los arqueólogos oficiales lo ignoran, no quieren saber nada y creo que es porque la ciencia oficial niega la existencia de seres no humanos.
Una piedra en el zapato de Benítez: ¿Por qué la ciencia no ha aceptado la existencia de extraterrestres?
Aunque Benítez señala que su investigación “debería cambiar nuestra historia”, en distintas ocasiones, los especialistas y astrónomos han negado la existencia de seres extraterrestres.
En septiembre pasado, el ufólogo Jaime Mausan presentó, en el Congreso de la Unión, una serie de fotografías e imágenes de radiografías inéditas de un nuevo “ser no humano”.
“Tenemos un ser híbrido, tenemos otros seres que aparentemente son más evolucionados que nosotros…estamos ante algo realmente extraordinario”, afirmó Maussan al defender la autenticidad de los cuerpos. Ha asegurado que son “seres no humanos que no son parte de nuestra evolución terrestre”.
Aunque la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizó pruebas de carbono 14, en mayo de 2017, en las que determinó que estos cuerpos se mantuvieron sepultados por un milenio dentro de una diatomea, un tipo de alga que no permite el crecimiento de bacterias ni de hongos, lo que rechaza las aseveraciones de Maussan.
“En ningún caso hacemos conclusiones sobre el origen de dichas muestras”, escribió en un comunicado el Instituto de Física de la UNAM, en el que explicó que los trabajos de investigación que realizó solo determinan la antigüedad de los cuerpos.
En el caso de Benítez, el autor señala que la ciencia y la arqueología ‘se hacen de la vista gorda’, pues no tienen interés en reconocer que las piedras son auténticas debido a que habría que revisar todos sus esquemas mentales y sus planteamientos.
“Recuerdo haber hablado con algunos de estos eminentes arqueólogos y lo niegan. Dicen que es un fraude, pero claro cuando les dices que algunas de las piezas analizadas tienen una datación por carbono 14 y por termoluminiscencia de 8 mil años, entonces no quieren saber nada”, expuso J. J. Benítez.
Sin embargo, otros especialistas ya están volteando a ver las investigaciones sobre diferentes formas de vida en el espacio, lo que podría abrir la puerta a nuevos descubrimientos.
“Vivimos en un universo infinito, con infinitas estrellas y planetas. Y para muchos de nosotros ha sido obvio que no podemos ser la única vida inteligente que existe”, aseguró la profesora Catherine Heymans, astrofísica del Real Observatorio de Edimburgo a la BBC.
“Ahora tenemos la tecnología y la capacidad para responder a la pregunta de si estamos solos en el cosmos”, expuso la especialista.
¿Quién es Juan José Benítez López?
El escritor, investigador y periodista Juan José Benitez nació en Pamplona, España, el 7 de septiembre de 1946.
Aunque cuenta con una licenciatura en Ciencias de la Información por la universidad de Navarra, J. J. Benítez es mayormente reconocido por sus libros enfocados en el estudio de lo que nos rodea.
Con tan solo 15 años ganó su primer sueldo trabajando en una fábrica de cerámicas, pintando y decorando jarrones. Más tarde, en 1996, comenzó a trabajar para el periódico La Verdad y, posteriormente, en el Heraldo de Aragón.
Tras formar una familia con cuatro hijos, en 1972 Benítez recibió en redacción un teletipo que hablaba sobre un aterrizaje ovni en Burgos. Desde entonces, cubrió todas las noticias relacionadas con el tema de ovnis para su periódico, entre ellas, la de un grupo de peruanos que aseguraban estar en contacto con seres de Ganímedes, el mayor de los satélites de Júpiter.
El 7 de septiembre de 1974, acudió a los arenales de Chilca, a un avistamiento programado y comenzó a enviar crónicas al diario para después ser recolectadas y publicadas en su libro “Ovnis: SOS a la humanidad”.
En 1979, el escritor dejó el periodismo y se dedicó a la investigación enfocada en extraterrestres.