La Tierra encadena 12 meses de calor récord: “Estamos jugando a la ruleta rusa con nuestro planeta”: Información de El País.
António Guterres, secretario general de la ONU, advierte de que “el final de la era de los combustibles fósiles es inevitable” y pide el veto a la publicidad relacionada con este sector
Es posible que la sucesión de récords de calor ejerza un efecto anestésico en la población, pero el territorio en el que se ha adentrado el planeta debido al ser humano no tiene precedentes cercanos en el tiempo, por intensidad y por la rapidez del cambio. El recién acabado mes de mayo ha sido el mayo más cálido registrado hasta ahora, según ha informado este miércoles el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, de la Comisión Europea. En abril, ocurrió lo mismo. Y en marzo, febrero, enero, diciembre… Los últimos 12 meses —de junio de 2023 a mayo de 2024— han sido los más calientes, al menos, desde que arrancaron las mediciones directas a mediados del siglo XIX (aunque hay especialistas paleoclimáticos que sostienen que hay que retroceder miles de años para encontrar un planeta tan caliente). “Estamos jugando a la ruleta rusa con nuestro planeta”, ha advertido el secretario general de la ONU, António Guterres.
Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, Guterres ha organizado un acto en el Museo Americano de Historia Natural, en Nueva York, centrado en la crisis climática. “Nuestro planeta está tratando de decirnos algo, pero parece que no estamos escuchando. Estamos rompiendo récords de temperatura global y sufriendo las consecuencias”, ha advertido. “Ahora es el momento de movilizarse, actuar y cumplir”, ha asegurado sobre la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ligadas principalmente a los combustibles fósiles.
Además de la reducción del consumo y el incremento de la eficiencia energética, la alternativa que se perfila más claramente para romper la adicción del ser humano al petróleo, el gas y el carbón son las renovables. Los gobiernos se comprometieron en la última cumbre del clima, celebrada en diciembre en Dubái, a triplicar la capacidad renovable mundial para 2030. Aunque el avance de estas energías es muy significativo —empujado por los bajos costes de la fotovoltaica y la eólica— los esfuerzos no son todavía suficientes. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), los planes actuales de los gobiernos llevarán a multiplicar por 2,2 la potencia renovable en 2030 respecto al nivel de 2022.
Aunque la AIE reconocía en un informe difundido el martes que “casi 30 países tienen como objetivo aumentar su capacidad renovable en dos a tres veces para 2030″, esta organización pedía incrementar el ritmo de instalación. Entre los países más ambiciosos en este terreno la AIE ponía como ejemplo China, Estados Unidos, India, Alemania y España.
La velocidad e intensidad a las que se desenganche la economía mundial de los combustibles fósiles es clave para evitar que el calentamiento que ya se sufre sea más o menos catastrófico. El problema es que, pese al avance de las renovables, las emisiones mundiales no acaban de caer lo rápido que se requiere porque la humanidad sigue dependiendo en gran medida del petróleo, el gas y el carbón. “Vamos en la dirección equivocada”, ha alertado Guterres en el acto de este miércoles. “El año pasado las emisiones aumentaron un 1%”, ha añadido.
En cualquier caso, el secretario general, en un largo discurso, también ha dejado claro que la lógica económica, además de la lucha climática, apunta a que “el final de la era de los combustibles fósiles es inevitable”. A las compañías de ese sector ha pedido que dejen de invertir en petróleo, gas y carbón. Y también ha propuesto a los medios de comunicación que no admitan más publicidad de combustibles fósiles. A los gobiernos de los países también ha pedido que veten la publicidad de estos productos —que ha calificado como los “padrinos del caos climático”— como hacen muchos Estados con el tabaco.
Guterres ha comenzado su discurso refiriéndose a los datos de Copernicus, un servicio que partiendo de las mediciones satelitales se ha convertido en los últimos años en un referente en el seguimiento de las consecuencias e impactos de la crisis climática en el mundo. Como ha explicado esta agencia europea, la media de los últimos 12 meses está 0,75 grados Celsius por encima de la media del periodo comprendido entre 1991-2020. Si se amplía más el foco, a la media del período preindustrial (1850-1900), está 1,63 grados por encima..
Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, ha sostenido: “Es impactante pero no sorprendente que hayamos alcanzado esta racha de 12 meses”. Esta concatenación de récords, en la que influyen también algunos fenómenos naturales como El Niño, acabará deteniéndose. Pero el cambio climático seguirá presente y empeorando a un peligroso ritmo mientras no se detengan las emisiones de efecto invernadero. “Vivimos tiempos sin precedentes, pero también tenemos una habilidad sin precedentes para vigilar el clima”, ha remachado Buontempo.