Una de las medidas para contener el brote del nuevo coronavirus es el uso de cámaras o escáneres térmicos, unos dispositivos que toman la temperatura de la gente a distancia.
Poco después de que la pandemia surgiera en Wuhan, China, en diciembre de 2019, este y otros países empezaron a utilizar estos aparatos en sus aeropuertos y terminales de otros medios de transporte y en diversos edificios de sus ciudades.
Estos escáneres cuentan con lentes infrarrojos que miden y elaboran un «mapa» del calor que emiten las personas.
De esta manera, permiten detectar a las que presentan fiebre, uno de los síntomas del covid-19.
Estos dispositivos evitan que un agente migratorio tenga que acercarse a personas potencialmente infectadas con un termómetro para medirles la temperatura.
China los usó en Wuhan desde enero y también en ciudades como Pekín, Shanghái y Shenzhen, entre otras.
En febrero, Singapur instaló decenas de escáneres térmicos en sus terminales para los pasajeros que entran y salen del país.
Bulgaria también instaló cámaras térmicas en sus puestos fronterizos y en los aeropuertos.
Laura Bicker, corresponsal de la BBC en Seúl, reporta que Corea del Sur está usando cámaras térmicas en las entradas de los edificios más grandes.