Internacional

SALIDA DE TRUMP DEL HOSPITAL GENERA CONFUSIÓN EN OPINIÓN PÚBLICA DE EE.UU.

 05 octubre 2020/ 

  • Gerardo Lissardy
  • BBC News Mundo, Nueva York

Al anunciar su propia alta hospitalaria este lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó un consejo llamativo: «No le tengas miedo al Covid. No dejes que domine tu vida», tuiteó.

Trump relativizaba así el peligro de un coronavirus que ya ha matado a más de 210.000 personas en su país -el más afectado del mundo- y que lo envió a él mismo al hospital el viernes con fiebre alta y una baja en sus niveles de oxígeno.

Pese a la seguridad que Trump intentó transmitir sobre su salida del hospital y regreso a la Casa Blanca, al sostener que se siente «realmente bien», la incertidumbre sobre su salud aún es grande.

Sus médicos y colaboradores han evitado responder con claridad preguntas básicas sobre cuándo se enteró el presidente que estaba enfermo, o si las imágenes de sus pulmones muestran daños por el covid-19.

Tampoco se sabe cómo conducirá Trump el gobierno de la mayor potencia planetaria desde una Casa Blanca con un brote creciente de casos de coronavirus y con él mismo aún sin salir del peligro, según dijo su médico, Sean Conley.

La confusión ha sido una característica frecuente del gobierno de Trump, pero EE.UU. ha entrado en un nivel extraño de desconcierto en medio de la pandemia y a menos de un mes de las elecciones presidenciales.

«Creo que esto es un colapso de la verdad», dice Andrew Norris, un profesor de ciencia política en la Universidad de California en Santa Barbara y coautor del libro «Verdad y Democracia», a BBC Mundo.

«Estado de crisis»

Trump ha buscado retar la realidad desde el día en que asumió la presidencia.

Su afirmación de que a aquel acto asistió la «mayor audiencia de la historia de los discursos inaugurales» chocó con las pruebas que muestran otra cosa.

La entonces asesora presidencial Kellyanne Conway sostuvo que eran «hechos alternativos», lo que llevó al periodista Chuck Todd a advertirle que «hechos alternativos no son hechos: son falsedades».

Pero Trump mantuvo sus intentos de establecer diferentes narrativas: desde contradecir a sus agencias de inteligencia sobre la interferencia de Rusia en las elecciones que ganó en 2016, hasta restarle gravedad al coronavirus este año.

El presidente desafió a los expertos de su propio gobierno, por ejemplo al decir que el virus desaparecería como un «milagro» o sugerir tratamientos para el covid-19 sin base científica; y más recientemente retomó los actos masivos de campaña para su reelección.

Ahora él, su esposa Melania, su secretaria de prensa, la propia Conway, su jefe de campaña y otros asesores y senadores republicanos han dado positivo por covid-19.

Se sospecha que muchos de estos contagios ocurrieron durante un evento en la Casa Blanca a fines de septiembre por la nominación que Trump hizo de la jueza Amy Coney Barrett a la Corte Suprema de Justicia.

Pero, en otra señal de desinterés por establecer los hechos en base al consejo de la ciencia, la Casa Blanca ha evitado rastrear los contactos de quienes asistieron a ese acto.

Trump
Trump se mostró eufórico a su llegada a la Casa Blanca después de tres días en el hospital.

El hecho de que los médicos de Trump eviten revelar cuándo fue la última vez que el presidente dio negativo en un test de covid-19 tampoco ayuda a arrojar luz sobre lo ocurrido.

Y que el presidente haya vuelto a restarle importancia al virus antes de dejar el hospital parece echar por tierra la posibilidad de que corrija su manejo de la pandemia, pese a que más de 20 estados del país registran alzas de contagios.

Norris compara que el coronavirus ya ha cobrado muchas más vidas de estadounidenses que la guerra de Vietnam, pero esta vez no asoma ningún cambio de rumbo del gobierno.

«Me parece que estamos en un estado de crisis que va a durar algún tiempo, y no tengo claro cómo vamos a salir», reflexiona. «La verdadera crisis es el colapso de la gobernanza efectiva en este país y el surgimiento de una política de movimientos que ignora la verdad».

«Hay un riesgo»

Conley, el médico de Trump, sostuvo en la tarde de este lunes que «en las últimas 24 horas el presidente siguió mejorando» y «cumplió o excedió todos los criterios estándar de alta hospitalaria».

Los estadounidenses miden la credibilidad de ese médico, que el domingo admitió haber presentado a la opinión pública un panorama optimista de la situación de Trump.

Lo justificó sugiriendo que buscaba satisfacer al presidente: «No quería dar ninguna información que pudiera desviar el curso de la enfermedad».

Simpatizantes de Trump.

Ahora Trump, aún bajo medicamentos y esteroides recomendados para casos graves de covid-19, ha recibido el alta hospitalaria antes de los siete a diez días marcados como cruciales por los doctores para conocer la evolución de los enfermos.

El propio Conley dio una pauta de la incertidumbre que plantea la enfermedad de Trump, cuyos 74 años y moderada obesidad lo vuelven un enfermo de mayor riesgo.

«Si podemos llegar al lunes con él igual o mejorando aún más, entonces todos daremos ese último suspiro de alivio», dijo.

Trump hizo de su salida del centro médico Walter Reed en Bethesda, Maryland, un evento político en sí mismo.

«¡¡¡Volveremos pronto a la Senda de Campaña!!! Las Noticias Falsas sólo muestran las Encuestas Falsas», tuiteó en alusión a los sondeos que lo colocan varios puntos detrás de su rival demócrata Joe Biden a nivel nacional.

Al dejar el hospital saludó, sacudió su puño derecho en señal de fuerza y alzó su pulgar.

Y, tras llegar a la Casa Blanca en helicóptero y subir unas escaleras, se quitó la máscara facial que llevaba y que muchas veces ha evitado usar en público.

Trump.
Trump se retiró la máscara al llegar a la Casa Blanca.

«No dejes que el virus te domine», insistió en un video grabado luego sin hacer referencia a los 210.000 muertos.

Pero hay más preguntas abiertas con la cuenta regresiva hacia las elecciones del 3 de noviembre: ¿qué cuidados o limitaciones tendrá Trump ahora? ¿Cuándo y cómo retomará la campaña?

¿Y lograrán los republicanos su propósito de confirmar a la jueza Barrett e instalar una sólida mayoría conservadora en la Corte pese a que dos de sus senadores dieron positivo de coronavirus?

Trump tiene mejor atención médica que la enorme mayoría de los estadounidenses que han padecido covid-19, pero en el video grabado al llegar a la Casa Blanca sostuvo que tomó una decisión arriesgada.

«Nadie que sea un líder no haría lo que hice. Y sé que hay un riesgo, un peligro, pero está bien. Y ahora estoy mejor. Y tal vez soy inmune, no lo sé», dijo, aunque la ciencia aún investiga si quienes se recuperan de covid-19 desarrollan realmente inmunidad.

 

 

 

WASHIGNTON, D.C. 04 octubre 2020/ EL ESPAÑOL/

Salvo el remdesivir un medicamento desarrollado inicialmente para el tratamiento del évola y que ha demostrado un beneficio limitado -reduce la estancia hospitalaria de pacientes de una forma grave de Covid-19-, no existen tratamientos específicos frente a la enfermedad.Un vial del nuevo medicamento.

Las cosas cambian si uno se llama Donald Trump y es presidente de EEUU porque, en ese caso, puedes acceder a tratamientos experimentales, como el REGN-COV2. Se trata de un cóctel de anticuerpos antivirales -REGN10933+REGN10987- desarrollado por la compañía Regeneron, aunque en Europa lo comercializará Roche, y que se está estudiando actualmente en dos ensayos clínicos de fase 2/3 para el tratamiento de la Covid-19 y en un ensayo de fase 3 para la prevención de la enfermedad en contactos domésticos de personas infectadas.

REGN-COV2 es la primera terapia diseñada específicamente para la Covid-19 y está siendo evaluada en el ensayo clínico RECOVERY, que coordina la Universidad de Oxford y compara la eficacia de distintos fármacos frente a la patología que ha puesto el mundo patas arriba.

REGN-COV2 fue diseñado por científicos de Regeneron para bloquear la infectividad del SARS-CoV-2. Analizaron miles de anticuerpos humanos producidos en ratones, que fueron genéticamente modificados para tener un sistema humano inmune, así como los anticuerpos identificados a partir de personas recuperadas de Covid-19.

Los dos potentes anticuerpos neutralizantes de virus que forman REGN-COV2 se unen de manera no competitiva al dominio crítico de unión al receptor de la proteína del pico del virus. Esto disminuye la capacidad de los virus mutantes para escapar del tratamiento y protege contra las variantes que han surgido en el ser humano.

La semana pasada, Regeneron anunció los primeros datos sobre sus ensayos clínicos. Aunque todavía no han sido publicados en ninguna revista, la compañía afirmó que REGN-COV2 reducía la carga viral de Sars CoV-2 y el tiempo que tardaban en resolverse los síntomas en pacientes no hospitalizados, que no es el caso de Trump.

También mostró -siempre según la farmacéutica- que reducía las visitas al médico de los pacientes que lo recibían en comparación con un placebo, ambos añadidos al tratamiento habitual e inespecífico de la enfermedad.

Según publicó el pasado viernes The New York Times, el CEO de Regeneron, Leonard S. Schleifer, confirmó que el equipo médico de Trump había contactado a la empresa para adquirir el fármaco experimental. Se da la circunstancia, según el rotativo estadounidense, de que Schleifer es miembro del club de golf donde el presidente de EEUU practica este deporte, en el condado de Westchester.

El desarrollo de este tipo de anticuerpos monoclonales –también la farmacéutica Lilly está experimentado con uno– sería muy importante para reducir el impacto de la pandemia, porque los dos tratamientos más eficaces hasta la fecha para la Covid-19, el remdesivir y la dexametasona, están indicados para pacientes muy graves, incluso ingresados en la UCI.

Pero, a día de hoy, no hay ningún medicamento para tratar aquellos casos de Covid que cursa de manera leve o moderada que no requiere ingresar en el hospital, que es el caso del 80% de los infectados por el nuevo coronavirus que desarrollan síntomas.

La especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) Annie Luetkemeyer, que dirige un ensayo sobre el anticuerpo monoclonal de Lilly, declaró a The New York Times que espera que este medicamento tenga «un efecto muy potente».

Aunque existen muchos candidatos a vacuna frente a la Covid-19, las más avanzadas la china de Cansino, la estadounidense de Moderna y la de AstraZeneca que desarrolló la Universidad de Oxford quedan como mínimo algunos meses para que lleguen a la población, por lo que solamente la aprobación de un medicamento de este tipo podría dar tregua a la pandemia hasta que esto suceda.

El medicamento de Regeneron se administra en una infusión intravenosa de una hora de duración y, según los datos de la compañía, empieza a hacer efecto en apenas unos días.

WHASINGTON.D.C. 03 de octubre 2020/

Ariel Moutsatsos,corresponsal de TELEVISA EN WHASIGTON, informó el mediodía del sábado 03 de  octubre 2020,que la salud del mandatario es complicada y las próximas 48 serán decisivas en su recuperación. No son nada alagadores los prónósticos sobre su salud después de haberles diagnosticado COVID 19. Su esposa aya está en la Casa Blanca.

EL PAÍS

La incertidumbre en torno a la salud de Donald Trump, hospitalizado por coronavirus desde el viernes, creció este sábado tras una primera rueda de prensa de los médicos que le atienden que dejó más preguntas que respuestas. El presidente de Estados Unidos había evolucionado “muy bien”, según afirmaron los facultativos, pero se negaron a precisar si había recibido oxígeno suplementario en algún momento. Además, crearon confusión en torno al momento del diagnóstico, dejando entrever que podría haberse detectado el virus antes de lo anunciado, aunque luego matizaron que se trataba de un error de expresión. Justo tras la comparecencia, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, pintó a la prensa un panorama más sombrío y advirtió de que las siguiente 48 horas serán críticas.

La enfermedad del mandatario republicano ha hecho saltar por los aires cualquier previsión en el país más poderoso del mundo cuando faltan 30 días para las elecciones presidenciales. Y el episodio de este sábado a la entrada del hospital militar Walter Reed, en Bethesda (Maryland), una comparecencia que debía calmar las aguas no hizo sino sembrar la desconfianza en torno al verdadero estado de Trump, que con 74 años de edad y 110 kilos de peso, es un perfil de riesgo ante la covid.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no presenta fiebre ni dificultades para respirar después de ser diagnosticado con COVID-19, informó este sábado el equipo de médicos que lo atiende en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed.

«En este momento, el equipo y yo estamos muy contentos con el progreso que el presidente ha mostrado. Va muy bien», dijo Sean Conley, doctor de la Casa Blanca, en conferencia de prensa.

El presidente reveló el viernes en la madrugada que se había contagiado de COVID-19

Agregó que la leve tos y la fatiga y congestión nasal que el mandatario presentó el jueves se estaban «resolviendo y mejorando».

No obstante, Conley se negó a responder directamente varias preguntas sobre la salud de Trump, incluido qué tan alta era la fiebre el jueves o si el presidente ha recibido oxígeno suplementario para ayudarlo a respirar.

Tras ser cuestionado sobre los factores de riesgo del presidente de EU, Conley respondió esto:

«Tiene 74 años, es hombre y tiene un poco de sobrepeso. Aparte de eso, está muy sano«, explicó.

Conley dijo que había pedido a Trump que acudiera al centro médico militar a pesar de síntomas aparentemente leves, «porque es el presidente de Estados Unidos».

El viernes, The New York Times reportó que el mandatario estadounidense tenía fiebre, tos y congestión nasal.

«Esto es grave», dijo la fuente en condición de anonimato, y describió a Trump como muy cansado, muy fatigado y con algunos problemas para respirar.

Con aspecto fatigado y con fiebre, Trump fue trasladado en helicóptero al hospital militar el viernes en la noche. Allí, el presidente de Estados Unidos recibió remdesivir tras someterse a un tratamiento con un fármaco experimental en la Casa Blanca.

Con información de AP y Bloomberg

Comments are closed.