En la entrega anterior señalábamos la gran oportunidad que se le presentó a la presidente municipal del X Ayuntamiento de Playas de Rosarito, Rocío Adame Muñoz, gracias a los actos de corrupción de su secretario de Administración Urbana, Luis Fernando González Vergara, para dar un fuerte manotazo en la mesa y recomponer su gabinete legal y ampliado en aras de tener un rumbo administrativo acorde a las circunstancias financieras y un sentido político que mejore la calidad de vida pública de los radicados en Rosarito.

Sin embargo, para desgracia de los rosaritenses, la alcaldesa Adame Muñoz, opto por lo cómodo y sustancialmente redituable, abrazar la corrupción y no solo abrazarla, sino también alentarla y protegerla con el velo de la impunidad.

Las declaraciones recientes de la alcaldesa ante los medios de comunicación confirman su protección a la corrupción al expresar a pregunta expresa de una reportera que, “lo difundido en algunos medios de comunicación sobre la corrupción de su secretario de Administración Urbana, no son ciertas y que no existe ningún mal manejo o alguna situación complicada como se ha dicho en muchos medios y si bien es cierto que se paró la obra, esto fue para consultar a los ciudadanos de la zona sobre sus inquietudes sobre la misma obra”.

Lo anterior, obviamente se contrapone y es una forma de negar sin decirlo, que lo denunciado por el Ingeniero Orlando Bernal, su ex director de Prodeur, quien manifestó en redes sociales, que el motivo de su renuncia a la dependencia se debía a la corrupción de su jefe, Luís Fernando González, en la obra que se realiza en Popotla, negación que tenía por objeto proteger a su gavillero, proveedor de recursos ilícitos.

La inclinación a la corrupción de la alcaldesa Rocío Adame Muñoz, hará que los radicados en el quinto municipio, sufran de ocho años de malas administraciones gubernamentales y de gobiernos altamente corruptos, los cinco años en dos administraciones de la innombrable Araceli Brown y los tres de Rocío Adame.

Rosaritenses, a sufrir como buenos mexicanos.

Y sin la esperanza de la revocación de mandato.