Ciencia y Salud

CUESTIONAN USO DE IVERMECTINA, PERO EL IMSS Y GOBIERNOS ESTATALES LA USAN

CIUDAD DE MÉXICO, 30 enero 2020/

La decisión del gobierno de la Ciudad de México de dar ivermectina y azitromicina a pacientes ambulatorios con COVID provocó críticas y cuestionamientos de especialistas médicos, que consideran que aún no hay suficiente evidencia científica para respaldar el uso de esas sustancias, sobre todo en el caso de la ivermectina.

“No hay ningún estudio que demuestre de manera fehaciente, con muchos pacientes, en condiciones controladas contra un placebo, que el fármaco pueda funcionar”, dijo en entrevista sobre la ivermectina Rodrigo Jácome, profesor de Biología celular en la Facultad de Ciencias de la UNAM.

“Lo que se ha comprobado en el laboratorio es que, además de ser un buen antiparasitario, podría ayudar a combatir infecciones virales. Pero una cosa es en el laboratorio y la otra es en el público en general, ya In Vivo, en los humanos”, agregó.

Salud de CDMX defiende su utilidad

La secretaria de Salud de la Ciudad de México, Oliva López Arellano, afirmó este lunes que el uso de la ivermectina para el tratamiento contra COVID-19 se aprobó como las vacunas: bajo una lógica de emergencia sanitaria.

Aseguró que no hay evidencia clara de ningún tratamiento antiviral contra la enfermedad, pero destacó que la situación con las vacunas aprobadas para su administración era similar:

“Son vacunas que se han aprobado en la lógica de la emergencia sanitaria, prácticamente ni una ha concluido la fase 3 de investigación clínica y en la misma lógica estamos usando este medicamento que es muy seguro y que es de fácil administración”.

Además, precisó que la prescripción del medicamento está respaldada por varios estudios científicos internacionales, así como distintos ensayos clínicos.

La secretaria de salud capitalina contó 29 estudios que muestran una utilidad en etapas tempranas, 12 que han evidenciado una evidencia positiva en profilaxis, 14 con evidencia como tratamiento de casos moderados.

Consultada, Salud capitalina envió como sustento de su decisión un documento denominado “Revisión de la evidencia emergente que demuestra la eficacia de la ivermectina en la profilaxis y el tratamiento de COVID-19”, en el que un grupo de científicos sí respalda el uso de la ivermectina, aunque dicho documento aún no tiene la llamada revisión por pares, parte del proceso con el que la comunidad científica valida una investigación.

“En un ambiente como en el que tenemos ahora, donde hay tanto publicado, tanto de manera formal como informal, literalmente hay decenas de miles de publicaciones sobre COVID y sus potenciales tratamientos”, refirió Alejandro Macías, integrante del Área de Microbiología y Enfermedades Infecciosas del Departamento de Medicina y Nutrición en la Universidad de Guanajuato.

“Tú puedes encontrar casi lo que tú quieras si buscas lo suficiente. Entonces, no es raro que digan ‘hay es que está este estudio o estos estudios que demuestran que la azitromicina y la ivermectina funcionan contra el COVID’, pero la verdad es que la calidad de la información no da para decir que eso es clave en el tratamiento.

“Si tú vas y analizas esos estudios, la calidad de la evidencia no da para medicar ivermectina”.

En esto coincidió Alberto Campillo, profesor en el Departamento de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la UNAM.

“No hay estudios concluyentes que digan que la ivermectina funciona. De hecho, en los análisis in vitro con células, aparentemente funciona, pero si la dosis equivalente usada en estas células se extrapolara al ser humano, causaría daño al organismo, ya que se requeriría de una dosis enorme”, dijo en entrevista.

“Investigadores han señalado que la dosis requerida de ivermectina para usarla en estudios clínicos sería demasiado alta (3 veces más). Esto sobrepasaría el máximo permitido para uso humano, lo que podría ser tóxico para nuestro organismo”.

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