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LA DESALINIZADORA,ENGAÑO Y TRAICIÓN.Por Alfredo Calva

Expediente Político/Playas de Rosarito,marzo 2018/

Las reuniones llevadas a cabo por la presidente municipal de Playas de  Rosarito, Mirna Rincón Vargas, en las ultimas semanas en las diversas colonias de su demarcación, especialmente en aquellas en las que los servicios de agua potable y alcantarillado no existen y son exigidos por sus residentes, hacen evocar lo que en una de sus obras estableció José Rubén Romero.Imagen

Señala el fecundo escritor mexicano en una analogía satírica a la clase política municipal, un alcalde para lograr sus objetivos debe de ejecutar limpiamente cuatro fases. La primera, tiene que armar un paquete de promesas, sonrisas y cortesías para sus oyentes; la segunda: evitar o eliminar a todas aquellas personas que le recuerden viejas promesas no cumplidas y mantener a su lado a los integrantes de su circulo de lambiscones; la tercera, dar un discurso pletórico de egolatría y megalomanía y la cuarta, fincar la preponderancia de su opinión personal a todos sus escuchas como verdad única.

Lo anterior, la alcaldesa del quinto municipio lo esta aplicando en sus reuniones que celebra en las diversas colonas y fraccionamientos en los que en especial, el servicio de agua potable no existe y es un reclamo prioritario de los residentes, y con base en esta necesidad la edil les esta pidiendo que apoyen la construcción de la planta desaladora, y a cambio, les promete que introducirán la red para dotarlos del servicio del vital liquido.

La falaz promesa que viene esparciendo la primer edil en sus reuniones, es resultado de la trama que acordó y armonizó con el gobernador del estado, Francisco  Vega de Lamadrid, para aparentar legalidad, honorabilidad y aceptación por parte de la comunidad rosaritense, una obra que contaminará y afectará la salud de rosaritenses y que se quiere realizar de manera ilegal en una zona cuya vocación de uso del suelo no es para la actividad industrial como lo es una planta desalinizadora, que será un gran negocio para los involucrados.

La desaladora es una de las nueve obras que integran el paquete que se realizarán a través de una torcida modalidad denominada Ley de Asociación Público Privada, que en la XXI legislatura del estado, modificaron y adecuaron a los intereses del gobernador Vega de Lamadrid, para que éste cristalizara el negocio más lucrativo durante su sexenio, a costa de los que radicamos en esta bella entidad.

Para ello, requirió de la intervención de Mirna Rincón Vargas, para entregar las anuencias de uso de suelo y construcción a la empresa asociada que habrá de ejecutar la obra, Aguas de Rosarito, hecho que en apariencia ya ocurrió, sin importarle a la primer edil violentar la vocación del suelo definida para esa zona, y con ello daña a todos los ciudadanos avecindados colindantes al predio en el que quiere construirse la planta desaladora, el medio ambiente y el ecosistema marino del área.

Asimismo, la instruyó para que a través de una impostura Mirna Rincón traslade a los ciudadanos residentes de colonias y fraccionamientos en los que no cuentan con el servicio de agua potable, al evento de colocación de la primer piedra de la construcción de la planta desaladora que presidirá Vega de Lamadrid el próximo viernes 23, para vestir el evento de legalidad y de cumplimiento a una exigencia de la comunidad rosaritense, que servirá para dotarlos del liquido vital.

Y para afianzar lo anterior, Rincón Vargas a través de la dirección de Desarrollo Social, está convocando a los ciudadanos a una reunión informativa que ella presidirá, para el día de mañana jueves a las 6:30 p.m., en el Arco al camino viejo a Pemex, en el que se supone la edil le dirá a sus gobernados que les construirán una planta desaladora para que todos los rosaritenses tengan agua.

El evento es de preverse que lo usarán alcaldesa y gobernador, para hacerlo valer como que la obra fue sometida a la consulta pública como lo establecen los ordenamientos.

Lo anterior, muestra la verdadera personalidad e intenciones de la presidente municipal de Playas de Rosarito, Mirna Cecilia Rincón Vargas, quien olvido las promesas a sus gobernados de ejercer un gobierno para todos, honrado, honesto, transparente, sin tolerancia a la corrupción, pero la realidad en estos 16 meses de administración han demostrado lo contrario.

Sin duda alguna, Mirna Rincón Vargas La responsabilidad y conciencia cívica, el primer día que asumió el gobierno, la arrojó a la covacha de las cosas inútiles.

¿Cuanto aguantarán los rosaritenses?.

 

Y mientras tanto….

En el PRI bajacaliforniano no encuentran un militante capaz y eficiente para designarlo candidato suplente al senado y recurren a lo que encuentran y terminan por desfondarse al designar como candidato suplente al senado a Alberto Murguía.

 

Expediente Político/Por.- Alfredo Calva/Gobernantes represores/marzo 2018/

La principal obligación del gobernador, Francisco Vega de Lamadrid y de la presidente municipal de Playas de Rosarito, Mirna Rincón Vargas, en un sistema democrático, es el de garantizar los derechos enmarcados en los ordenamientos constitucionales y legales a todos sus gobernados, entre ellos, la libertad de manifestarse y de libre tránsito.

Sin embargo, el pasado viernes 23 de Marzo, Vega de Lamadrid, suprimió estos derechos a un grupo de ciudadanos del quinto municipio que protestaban en contra de él y de su ambicioso deseo de construir una planta desaladora en la demarcación, a través de los elementos de sus corporaciones, policía estatal preventiva y ministerial, así como personal administrativo como el subsecretario de gobierno de Tijuana, Enrique Méndez y el delegado de la Secretaria General de Gobierno en Rosarito, Silvano Abarca Macklis.

Lo anterior, con la complacencia y apoyo de la primer edil rosaritense, quien en los últimos días ha sido duramente cuestionada por sus gobernados por la opacidad y doble discurso con la que se ha conducido respecto a la construcción de la planta desaladora y lo referente al otorgamiento de los permisos de Uso de Suelo y Construcción que requiere la empresa para edificar la planta y que ella hasta el momento sostiene que no los ha entregado.

La inconformidad de los ciudadanos generada por una obra que no quieren que se construya en su municipio por los daños al medio ambiente y la deuda que les causará, deciden llevarla a las calles al enterarse que el gobierno de Kiko Vega, programa y prepara la ceremonia de colocación de la primer piedra de la desaladora, lo que va en contra sentido a lo asegurado por la edil rosaritense, sobre que la empresa responsable de la construcción no cuenta con las anuencias respectivas para la ejecución de la obra.

Por esta razón, la intención de los manifestantes era la de llegar al sitio donde se encuentra el predio en el que se pretende construir la desaladora para entregar un documento al titular del ejecutivo estatal, en el que le dan a conocer al gobernador su repudio a la obra y las razones de ello.

Sin embargo, su deseo fue frustrado por los elementos de las policía estatal preventiva y ministerial, con apoyo de integrantes de la policía municipal de Rosarito, quienes siguiendo instrucciones en una acción arbitraria, de represión y de clara intención de utilizar la violencia en contra de los manifestantes a la menor provocación -pretexto que no les dieron los inconformes-, bloquearon las calles de acceso al lugar negándoles el paso y coartando su derecho al libre tránsito, con las obvias molestias también para quienes residen en esas áreas.

Conculcar los derechos de los ciudadanos es generalmente la etapa en la que desembocan los gobiernos ineficaces, poco transparentes y con fétidos aromas de corrupción, como los de Vega de Lamadrid y Mirna Rincón, que son rebasados por las exigencias de los gobernados que se hartan de la ineptitud y descarada complicidad con la que laceran la calidad de vida de los ciudadanos, mientras ellos y sus preferidos se benefician de las arcas y programas de gobierno, y por el desaseo con que conducen la administración.

La planta desaladora es una obra concebida desde las entrañas del gobierno de Francisco Vega desde el arribo de su administración, planeada y ejecutada para el beneficio de funcionarios y empresarios por un lapso de 37 años, con cargo a los bolsillos de los bajacalifornianos, simulando una asociación entre el gobierno estatal y un consorcio de empresas que solo son la pantalla de lo que, si los rosaritenses lo permiten y se dejan, el mejor negocio del sexenio, y por mucho.

Este asunto apenas inicia, la resistencia opositora a la construcción de la planta desaladora ira en aumento, la ciudadanía no vio con agrado las acciones de represión a  los manifestantes, en las que apoyó con elementos de la policía municipal Rincón Vargas, su imagen, credibilidad y confianza se encuentra en el suelo, ya que después del presidente municipal de Tijuana, Juan Manuel Gastélum alias ¨El Patas¨, es la peor evaluada de los acaldes en la entidad.

La historia continuará.

 

Y mientras tanto….

Que tan honorables y confiables serán los socios de la empresa a la que se le entrego el contrato de construcción de la desaladora, que hasta entre ellos se defraudan.

 

 

 

 

 

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