Opinión

SINDICATOS CAMBIAN O DESAPARECERÁN

DIEGO BADULLO/EL ECONOMISTA/

Si se termina la corrupción, como lo ha planteado el próximo gobierno, entonces los líderes sindicales estarán ante una disyuntiva: o aceptan las nuevas reglas del juego y aprovechan sus estructuras sindicales para cambiar y realmente defender a los trabajadores o desaparecen, planteó la investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco Graciela Bensusán.Resultado de imagen para Convenio 98 de la OIT

En entrevista comentó que, en el año 2000, cuando se dio la alternancia del partido en el gobierno federal, lo que pasó con los sindicatos adheridos a la CTM y otras centrales obreras del PRI fue que siguieron en ese partido, pero se subordinaron al gobierno.“Hicieron lo que el nuevo gobierno quería que siguieran haciendo (…) La única diferencia aquí (ahora) es que se acabará la corrupción, que es el ingrediente que sostenía a esos líderes en el poder, junto con el apoyo del Estado”.Resultado de imagen para Convenio 98 de la OIT

La especialista expuso que habrá que ver qué va a pasar, pero, en principio, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que apuesta por la democracia, la transparencia y la rendición de cuentas en todos los ámbitos de la vida del país.

La académica explicó que México asiste a un proceso gradual de relegitimación de los sindicatos donde algunos desaparecerán. Algunos líderes dejarán de contar con el apoyo de sus representados y otros tendrán la oportunidad de reivindicarse.

Mencionó que la ratificación, por parte del Senado de la República, del convenio 98 de la OIT de 1949, si bien llega tarde, tiene un alto valor simbólico porque el sector obrero llevaba décadas impulsando esa acción, pero se topaba con muchas resistencias.

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La prioridad es la ley secundaria de la reforma del 2017

Graciela Bensusán Areous expuso que es más importante que la ratificación del Senado al citado Convenio de la OIT es la reforma laboral promulgada el 24 de febrero del 2017.

Ese año se modificó la fracción XXII bis del artículo 123 la Constitución para hacer explícita la libertad de negociación colectiva, así como garantizar la representatividad de las organizaciones sindicales y la certeza en la firma, registro y depósito de contratos colectivos de trabajo.

Dijo que lo importante ahora es que se apruebe la ley reglamentaria a esa reforma constitucional.

La legislación tendrá que decir qué entendemos por representatividad, cuántos trabajadores se requieren mínimamente para que un sindicato pueda hablar en nombre de ellos en una negociación colectiva. Es decir, vamos a necesitar las reglas particulares para instaurar un nuevo modelo y llevarlo a la práctica.

En ese tenor precisó que lo que se busca es un nuevo modelo basado en la gobernabilidad democrática

diego.badillo@eleconomista.mx

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